FAMILIA

¿ Y si él / ella no es para ti?


Cortesía: jovenescristianos.com



Este es uno de esos artículos que me cuesta escribir porque no quiero hacer sentir mal a nadie, pero la verdad es que no escribo para agradar al ojo humano, sino lo que Dios pone en mi corazón.

Durante mi experiencia con solteros y solteras me he dado cuenta que a veces existe una insistencia en mantener relaciones que realmente y a simple vista no son de Dios.

He visto chicas rogar con lágrimas en sus ojos por tal que el novio no la deje o chicos que han hasta amenazado a sus novias que si los dejan se quitaran la vida. Y es que la verdad es triste ver esas escenas, pareciera que la vida terminara solo porque aquel chico o aquella chica de la cual supuestamente “estas enamorado” no quiere estar más contigo.



Y es que la insistencia de muchos solteros por mantener relaciones que no traen nada bueno los puede llevar al fracaso en la vida, a depresiones anímicas y hasta enfermedades del alma, todo por insistir en una relación que a lo mejor no es la que Dios quiere para ti.

Frente a esto hay una pregunta que quiero hacerles:

¿Qué pasaría si ese chico o esa chica por el que tanto insistes no es para ti?

Este artículo va dedicado a todos aquellos Solteros y Solteras que han llegado en su momento a estar obsesionados por una relación que nunca trajo, no trae y no traerá nada bueno a tu vida.


COMIENZA MAL

Lo normal para entablar una relación tendría que ser: CONSULTAR a Dios y ESPERAR una respuesta antes de entablar un noviazgo. Lastimosamente hoy en día muy pocos lo hacen y la mayoría toman decisiones orientadas por sus emociones y sentimientos, dejando a un lado la opinión de Dios.

Cuando un noviazgo comienza de esa forma por lo general será un noviazgo sin un fundamento fuerte, es como construir una casa sobre la arena. Si tu no pones como fundamento de tu relación a Dios, esa relación pueda que sea inestable. ¿Quieres una relación estable?, ¿Un noviazgo que sea de Dios y respaldado por El?, entonces el fundamento principal y el centro de sus vidas tiene que ser Dios, si lo tomas en cuenta desde el inicio, todo te irá bien.

La Biblia en el primer capítulo de los Salmos nos muestra que cuando escuchamos el consejo de Dios (es decir su opinión) y nos deleitamos en obedecer a su Palabra entonces: “Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará” Salmos 1:3 (Reina-Valera 1960). ¿Quieres que todo prospere en tu vida?, entonces toma en cuento la opinión de Dios antes de tomar decisiones importantes en tu vida.

Todo noviazgo que comienza mal, es posible que no tenga un buen futuro.




COMIENZAN LOS PROBLEMAS

Es imposible que en los noviazgos no existan problemas, siempre los habrán, es normal hasta cierto punto, pero lo que si no es normal es que esos problemas este dañando tu integridad física o emocional y más aun espiritual.

Ahora bien, la pregunta sería: ¿Qué es no es normal en un noviazgo?, es decir: ¿Cómo detectar que mi noviazgo no va por buen camino y quizá no sea conveniente mantener esa relación?

Quiero citarte algunos casos típicos que pueden suceder en un noviazgo que va camino al fracaso.



Primero: “Aparece el Maltrato verbal”.

Se supone que el noviazgo es una etapa dorada en donde se enamoran los dos, en donde el buen trato es lo primero y en donde tiene que haber de las dos partes amor, comprensión, respaldo y sobre todo respeto. Pero cuando el respeto se pierde y aparecen palabras que maltratan, denigran o lastiman tu integridad emocional, entonces es obvio que algo anda mal.

Tú no te pones de novia para que alguien te diga cosas que te lastimen, tú no vas a elegir a una chica para que sea tu novia para que te diga cosas que te dañaran. Y es que a veces pareciera que los solteros se ciegan, su supuesto “amor” sobre esa persona no les hace darse cuenta que existe maltrato verbal.

Si tu novio te trata de maneras inadecuada, si se refiere a ti en términos denigrantes y cuando está enojado te dice cosas que realmente te lastiman y te duelen mucho. Yo me pregunto: ¿Qué sigues haciendo con esa persona?, es decir: ¿Qué esperas para marcharte?, Y no me vayas a decir que estas esperando que cambie, que Dios hará la obra en El y que cambiara. Si bien es cierto que Dios tiene el poder para hacerlo, no significa que te tengas que quedar allí esperando que ocurra mientras eres maltratada verbalmente y luego quizá hasta físicamente.

Amada Princesa de Dios, ¡Valórate!, tu eres una Princesa para Dios, no tienes porque permitir que alguien te trate como a basura, ¿Hasta cuándo te darás cuenta que esa persona no te conviene?, por un momento ponte a pensar que si te trata de esa manera en una etapa dorada en el amor como lo es el noviazgo, ¿Qué esperas de él en el matrimonio?

Lo ideal sería que dejaras esa relación, realmente y a simple vista no te conviene, no es lo que Dios quiere para ti. Si quieres orar por ese chico, entonces ora, pero desde tu casa y alejada de él. Y no me vegas con la típica respuesta: “Es que si me alejo de él, se perderá mas y no buscara a Dios”. Creo que no es tu tarea hacerlo volver a Dios, porque tú eres el punto de mira de sus ataques verbales, por lo que lo más sabio seria dejar que alguien más le ayude y no tu. Conozco casos en los cuales por querer quedarse a ayudar a sido peor aun. Por favor, abre los ojos y date cuenta que eso no es la voluntad de Dios. No me imagino a Dios feliz viendo cómo te maltratan psicológicamente, no, simplemente eso no es de Dios.



Segundo: “Aparece el maltrato físico”.

Solo con el título de este punto es obvio que esa relación no es de Dios, un noviazgo en donde se te está maltratando físicamente es un noviazgo que no creo que sea aprobado por Dios.

Es increíble conocer personas que a pesar de ser golpeadas, aun creen que esa relación va a funcionar. Pareciera que creen que están casados como para atreverse a soportar cualquier cosa por tal de mantener ese matrimonio, pero la verdad es que UN NOVIAZGO es una etapa en donde se está preparando para el matrimonio, en donde conocerás a esa persona para saber luego si quieres o no pasar toda tu vida a su lado y si después de saber y experimentar sus golpes físicos quieres pasar a su lado toda la vida, entonces creo que hay un problema serio en tu mente.

Y esta situación no solo son victimas las solteras, conozco casos de solteros que les ha tocado pasar por esto y lastimosamente son muy difíciles de convencer que esa relación no es la que Dios quiere para su vida.

Tercero: “Una infidelidad”

Es duro pasar por un episodio de infidelidad de parte de tu novio o novia. Es difícil asimilarlo y más aun perdonarlo. Pero a veces somos llamados a perdonar esa clase de errores, pero lo que si no podemos permitir es que se convierta en algo común y recurrente.

Conozco casos de solteros y solteras que han sido víctimas de varias infidelidades de su novio o novia y aun siguen creyendo que todo está bien. Y es que es difícil de creer, pero es una realidad y es el hecho de que pareciera que hay algo en nuestra mente que no nos deja pensar bien, como una venda enorme que tapa nuestra vista para no querer ver la realidad. Es triste, pero cierto.

Si tu novio ya te fue infiel varias veces y siempre terminas perdonándolo, entonces ¿Tú crees que esa relación es de Dios?, y no ve vayas a salir de espiritual diciendo que tiene que perdonar setenta veces siete. La Biblia dice: “El avisado ve el mal y se esconde; Mas los simples pasan y reciben el daño” Proverbios 22:3 (Reina-Valera 1960).

Si, realmente debes perdonar, pero eso no significa literalmente que tengas que seguir en esa relación y recibir más daños como esos. Lo mejor en un caso de infidelidades frecuentes seria, perdonar y dar por terminada esa relación. Lastimosamente no todos tienen el valor de hacerlo y muchos se acostumbran a que eso pase, luego se casan y por esa razón hay muchos matrimonios destruidos y personas divorciadas, porque creyeron que en la matrimonio iba a ser diferente y la verdad es que fue más de lo mismo y en casos hasta peor.

Lo que ves en tu noviazgo es lo que tienes para tu matrimonio, es decir: Su comportamiento, su forma de tratarte o dirigirse hacia ti, su compromiso, su seriedad y mas, son parte de lo que veras en el matrimonio, no habrán cambios exagerados, si bien es cierto el hecho de tener un hogar y más responsabilidades lo tendrán que hacer más serio o seria, no significa que dejara de ser el mismo.

A veces pareciera que en la etapa del noviazgo vivimos una fantasía de la cual no queremos escapar, soñamos toda la vida con un matrimonio perfecto, con una esposa perfecta y esa misma ilusión nos quieren llevar a cumplir eso, aun cuando las cosas no van bien, aun cuando la persona con la que te quieres casar no hace meritos como para merecerte, aun cuando no hay un verdadero amor demostrado de las dos partes, aun cuando el interés realmente no existe y todo es tan simple. Pero aun y con todo eso pareciéramos que estamos obsesionados con esa persona con la cual es lógico que las cosas no van a ir bien.



Cuarto: “Falta de interés y compromiso”

Quizá tu noviazgo nunca ha sufrido una infidelidad, quizá nunca has sido dañada o dañado por palabras fuera de tono o golpes físicos, pero tu relación de noviazgo carece de interés y compromiso de una de las partes.

Me refiero a eso que hace que el amor entre la pareja no se pierda, hablo de esos detalles especiales que hacen del noviazgo una etapa hermosa e inolvidable. Quizá en tu relación no hay verdadero interés por ir más allá del noviazgo, es decir al matrimonio, quizá tu novio o novia no tiene compromiso contigo, no quiere sentirse presionado por casarse o formalizar la relación. Quizá llevan diez años de novios y aun uno de los dos no piensa en el matrimonio, sino que están esperando, con la excusa de que no está preparado económicamente o materialmente.

Conozco casos de noviazgo de muchos años, que nunca llegaron al matrimonio, que solo fue una pérdida de tiempo. No digo que todos sean así, pero por lo general siempre las relaciones de noviazgo de muchos años no terminan muy bien. El amor pareciera que se va, se acostumbraron tanto al noviazgo que no hay ni el mínimo interés de casarse, no existe un verdadero compromiso y si existiera es mas por obligación que por un verdadero interés o compromiso de amor.

Si tu novio o novia no tiene ni siquiera planes de casarse contigo, si quizá jamás te ha hablado de sus planes a futuro sobre ustedes dos o si es una persona que le huye al compromiso, ¿Qué estás haciendo?, ¿Sera que elegiste mal? Conozco chicas ilusionadas con sus novios de años, esperando que un día ese hombre al que dicen amar les haga la propuesta de matrimonio y he visto como han envejecido esperando a que se dé y no se dio.

He sido testigo de cómo quedaron solteras después de que ese tipo nunca tuvo interés de formalizar esa relación y nunca existió un verdadero compromiso. Luego lastimosamente esa clase de victimas se frustran y no creen más en el amor, los años pasan y la soltería se convierte en parte de su vida, todo porque esperaron que algún día él o ella cambiara y sintiera interés y compromiso por ir más allá del noviazgo, al matrimonio, pero nunca fue así.

Yo siempre recomiendo (No es una regla general) que los noviazgos no deberían de dudar muchos años, con dos años de noviazgo antes de casarse creo que es suficiente, máximo tres años, y digo esto debido a la experiencia que he tenido con muchos casos en donde aquellos noviazgos largos terminan en fracasos porque se acabo el amor, porque se acabo el interés, el compromiso, aquello que hacia especial esa relación, relaciones en las que permitieron cosas indebidas, donde quizá cometieron el error de adelantarse en las etapas, quizá tuvieron relación intimas antes de tiempo y todo ello provoco que las cosas no funcionaran entre ellos.

Lo más recomendable por esa razón es hacerse novio en una edad prudencial en donde estés a punto de graduarte de la universidad o en donde ya tengas un trabajo estable. Personalmente no comparto la idea de noviazgo prematuros que no tienen ni la mínima intención de llegar al matrimonio, ni mucho menos comparto la idea de noviazgo larguísimos, que al final solamente será pérdida de tiempo. Y para lo que les ha tocado vivir esto, sé que me comprenden, mas de alguno se rasgara las vestiduras al leer esto, pero es la realidad, quizá no la tuya, pero si la de muchas relaciones de noviazgo que al leer esto se identificaran.


¿Por qué insistir e insistir en algo que es obvio que no funciona?

A veces me cuesta entender como una persona a pesar de ver que la relación no tiene futuro, insiste e insiste en forzarla.

Si la chica ya te dijo que no te ama, que no siente nada por ti, ¿Por qué sigues insistiendo?, ¿Qué es lo que no te queda claro?, a veces nos humillamos tanto y por nada, que damos pena ajena. Y perdóname si te sentirás mal si hablo tan claro, pero es la verdad.

No entiendo a los solteros que a pensar que le insisten e insisten que no lo quieren, que no sienten nada por él, aun sigue insistiendo. A veces hasta llegan al punto de dar lastima para que tal vez así la chica se arrepiente y lo vuelve a querer. Y es que querer a alguien y no ser correspondido muchas veces nos puede llevar a hacer locuras que luego de un tiempo y cuando aquel sentimiento puro que decíamos sentir se va, entonces reaccionamos y decimos: “Ups, increíble lo que llegue a hacer por tal que volviera conmigo”.

Y no solo chicos, conozco chicas que a pesar que el novio las trata mal, les dice que ya no siente nada por ella, aun sigue buscándolo, llamándolo, escribiéndole, mensajeandose. Es triste ver escenas de chicas llorando a mares delante de su novio, rogándole que no las deje. ¿Por qué?, Si no te ama, ¿Crees que con llorar y hacer un drama completo te volverá a amar? Se dé casos que las chicas han hasta amenazado al novio que si la deja se matara. Obviamente el chico quizá no la vaya a dejar por temor a que le echen la culpa de la muerte de ella, pero tarde o temprano tomara valor y al no existir un verdadero amor, te dirá: “Haz lo que quieras, pero yo no te amo”.

Hay algo que estos chicos y chicas que insisten tanto en una relación que no tiene futuro quizá no han pensado y es el hecho de:



¿Qué tal si esa persona no es la que Dios quiere para ti?

Y es que hay que entender algo: cuando alguien no es para ti, entonces simplemente NO SERA PARA TI. Hagas lo que hagas, ruegues lo que rugues, llores lo que llores, amenaces lo que amenaces, simplemente no será para ti.

¿Por qué nos cuesta tanto entender esto?

Hay un pasaje en la Biblia que habla sobre insistir en llevar la contraria a lo que Dios quiere. Se trata del pasaje en Hechos de los Apóstoles en donde los fariseos hablaban sobre si detener o no a los discípulos, entonces uno de los fariseos llamado Gamaliel dijo unas palabras que las podemos aplicar a esto, el dijo lo siguiente:

“…Si lo que están haciendo lo planearon ellos mismos, esto no durará mucho. Pero si es un plan de Dios, nada ni nadie podrá detenerlos, y ustedes se encontrarán luchando contra Dios” Hechos 5:38b-39 (Traducción en lenguaje actual).

Ahora bien, ¿Qué tal si tu insistencia por seguir en esa relación es llevarle la contraria a Dios?, ¿No estarías luchando en su contra?, ¿Qué tal si Dios no quiere a esa persona para ti porque te tiene a alguien mejor que te valorara, te amara, te respetara y será tu complemento perfecto?

Yo sé que es difícil pensar en ello en momentos en donde nuestra emociones están disparadas, en donde estamos inestables emocionalmente, pero debemos por un momento pensar bien lo que está pasando, no podemos ir lloriqueando detrás de lo que NO ES EL PROPOSITO DE DIOS.

Sé que cuesta comprenderlo y aceptarlo, pero a veces es tan obvio que vas mal y aun así insiste en ir rumbo al precipicio. ¿Por qué?, ¿Acaso Dios no te puede dar a alguien que realmente te valore y te ama como quizá nunca alguien te ha amado?, ¿Por qué insistir en el error?

A veces pensamos que si perdemos a esa persona jamás encontraremos a otra igual, pero lo que nosotros no queremos darnos cuenta en esos momentos es que Dios tiene mejores planes para nuestra vida de lo que nosotros mismos creemos.

Si esa persona no es para ti, aun cuando digas que “la amas”, no será para ti, porque quizá sufrirás mucho, porque quizá no serás verdaderamente feliz o porque dentro de un tiempo te ira mas mal todavía.

Hay cosas que nosotros no percibimos en el momento, pero Dios que conoce tanto nuestro pasado, nuestro presente y sobre todo nuestro futuro, sabe que es lo mejor para nosotros, por lo tanto si Dios te dice que no es esa persona, entonces tienes que tratar de comprender.

Mientras escribo este artículo siento como Dios pone en mi corazón que hay muchos que hoy están leyendo a los cuales Dios les ha estado hablando durante mucho tiempo, insistiéndoles que esa relación que llevan no es la que El quiere para ustedes.

Te lo ha dicho por medio de personas, te lo ha mostrado a través de situaciones que han sucedido en esa relación y estoy seguro que muy en el fondo de tu corazón sabes que esa persona no es para ti, hoy Dios quiere reconfirmarte que si tú en este mismo momento sientes que esta palabra es para ti, entonces: ¿Qué estas esperando?

No digas que no puedes

A veces estamos tan programados a que no podemos dejar a esa persona que tanto daño nos ha hecho, que creemos que es imposible.

Tu no naciste con esa persona al lado, es más, has vivido más de la mitad de tu vida sin esa persona, antes no lo necesitabas, entonces ¿Por qué ahora crees que no vas a poder? Hay una diferencia entre no poder y no querer, será entonces que lo que te pasa es ¿Qué no quieres?

La Biblia dice: “porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad” Filipenses 2:13 (Reina-Valera 1960).

Además también tienes que saber que: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” 2 Timoteo 1:7 (Reina-Valera 1960).

Y por si eso no fuera poco: “Pues todo lo puedo hacer por medio de Cristo, quien me da las fuerzas” Filipenses 4:13 (Nueva Traducción Viviente).

Dios quiere que hagas su voluntad y es tan lindo que Él es quien te ayuda, quien te da la fuerza, la voluntad, la determinación de llevarla a cabo. Dios no te dejara, quizá será difícil al principio, pero con Dios de nuestro lado todo se hace más fácil.

Tienes que examinar si esa relación que está llevando de noviazgo esta bendiciendo tu vida o si al contrario esta llevándote al fracaso en todo, no niegues que hay un problema si lo hay, se sincera o sincero contigo mismo, no trates de engañarte mas y si muy en lo profundo de tu corazón sabes que por más que le buscas algo bueno, no lo encuentras y para encontrar cosas negativas te es fácil, entonces no dudes en tomar la decisión que tengas que tomar, porque Dios estará contigo.

Tu eres una Princesa de Dios y la voluntad de nuestro Señor es verte feliz, es que te sientas amada, primeramente por El y en su tiempo te dará a esa persona que será tu complemento perfecto, tan solo espera en El y confía en El, porque las sorpresas que Dios te dará será mayor de la que antes en tu vida has experimentado.

Amado amigo, tu eres un Príncipe de Dios, su voluntad no es que te andes humillando y sintiéndote mal, por no sentirte amado. Su voluntad es darte a tu ayuda idónea, aquella persona que te amara como nunca antes lo has sentido, aquella persona que te respetara, te admirara y sobre todo te respaldara en tus sueños, tan solo se fiel, mantente fiel y espera en su tiempo, no te adelantes, porque Dios hará algo maravilloso en ti.

Quizá no pensaste leer hoy esto, pero si Dios me impulso a escribirlo, se que para alguien en especial será, por lo que te pido que no hagas oídos sordos a lo que en esta hora Dios a lo mejor te ha hablado.



¿Y si no es para ti?

Si no es para ti, es porque Dios así lo quiso y si eres obediente y fiel y lo buscas de corazón y te deleitas en El; si le sirves con un corazón agradecido y lo hace el Centro de tu Vida, entonces ten por seguro que Dios te pondrá en el camino, sin que lo busque, a alguien que SI SERA PARA TI.

¡Los propósitos de Dios para tu vida son mejores!



Cómo vencer la Tentación

  A veces puedes sentir que una tentación es demasiado insoportable, pero eso es    una mentira de Satanás.
Dios ha prometido que nunca permitirá que haya más sobre ti que lo que te pone dentro para vencerla.
Él no te permitirá ninguna tentación que no puedas superar.
Sin embargo, también debes hacer tu parte practicando ciertas claves bíblicas para derrotar la tentación, una de ellas es concentrar tu atención en algo diferente.


Te sorprenderá saber que en ninguna parte de se nos dice que debemos “resistir la tentación”. Se nos dice que “resistamos al diablo (Santiago 4:7), pero eso es muy distinto. En cambio, se nos aconseja que volvamos a enfocar nuestra atención porque resistir un pensamiento no resulta. Sólo intensifica nuestro enfoque en lo malo y fortalece su fascinación.
Permíteme explicarte:
Cada vez que intentas bloquear un pensamiento en tu mente, lo grabas más profundo en tu memoria. Cuando lo resistes, en realidad lo refuerzas. Esto resulta especialmente cierto en el caso de la tentación. No la derrotas luchando contra los sentimientos que te produce. Cuanto más luchas contra un sentimiento, tanto más te consume y controla. Realmente lo fortaleces cada vez que piensas en él.
Dado que la tentación siempre empieza con un pensamiento, la manera más rápida para neutralizar su fascinación es concentrarte en otra cosa. No luches contra ese pensamiento, simplemente cambia el cauce de tu mente y procura interesarte en otra idea. Este es el primer paso para derrotar la tentación.
La batalla contra el pecado se gana o se pierde en la mente.
Cualquier cosa que atrape tu atención te atrapará a ti. Por eso Job dijo: “Hice un pacto con mis ojos para no mirar con lujuria a ninguna mujer joven”, Job 31:1. Y el salmista oró: “Guárdame de prestar atención a lo que no tiene valor”, Salmos 119:3.
¿Alguna vez viste un anuncio comercial en la televisión promocionando una comida y de repente sentiste hambre? ¿Has oído toser a una persona alguna vez e inmediatamente sientes la necesidad de aclarar la garganta? ¿Alguna vez viste a una persona abriendo la boca en un gran bostezo y enseguida sentiste ganas de bostezar también? (¡Es posible que estés bostezando ahora mismo mientras estás leyendo esto!) Ese es el poder de la sugestión. En forma natural nos acercamos a cualquier cosa en la que nos concentremos. Cuanto más pienses en algo, tanto más fuerte te retendrá.
Por esa razón la repetición de “Debo dejar de comer demasiado… o dejar de fumar… o dejar la lujuria” es una estrategia de derrota. Te mantiene enfocado en lo que no quieres. Es como si anunciaras: “Yo nunca voy a hacer lo que hizo mi madre”. Te estás preparando para repetirlo.
La mayoría de las dietas no resultan porque lo mantienen a uno pensando en la comida todo el tiempo, garantizando que tendremos hambre. Del mismo modo, un orador que se repite a sí mismo todo el tiempo: “¡No te pongas nervioso!” ¡Se prepara para ponerse nervioso! En cambio debería concentrarse en cualquier otra cosa excepto en sus sentimientos: en Dios, en la importancia de su discurso o en las necesidades de sus oyentes.
La tentación empieza por captar tu atención. Lo que capta tu atención estimula tu deseo. Después tus deseos activan tu conducta, y actúas con base en lo que sentiste. Cuanto más te concentres en “No quiero hacer esto”, tanto más fuerte te atraerá hacia su red.
Hacer caso omiso de una tentación es más eficaz que luchar contra ella. En cuanto tu mente está en otra cosa, la tentación pierde su poder. Así que, cuando la tentación te llame por teléfono, no discutas con ella, ¡simplemente cuelga!
A veces esto significa dejar físicamente una situación tentadora. Hay ocasiones en que lo correcto es huir. Levántate y apaga la televisión. Aléjate de un grupo que está contando chismes. Abandona el cine en medio de la película. Para que las abejas no te piquen, quédate lejos del enjambre. Haz lo que sea necesario para
concentrarte en otra cosa.
Desde el punto de vista espiritual, nuestra mente es el órgano más vulnerable. Para reducir la tentación, mantén tu mente ocupada con de Dios y otros pensamientos buenos. Los pensamientos malos se derrotan pensando en algo mejor. Este es el principio del reemplazo. Vence el mal con el bien (Romanos 12:21).
Satanás no puede llamarnos la atención cuando nuestra mente está preocupada con otra cosa. Por eso nos aconseja repetidas veces que mantengamos nuestras mentes enfocadas: “Consideren a Jesús”, Hebreos 3:1. “Siempre piensen en Jesucristo”, 2 Timoteo 2:8. “Llenen sus mentes de las cosas que son buenas y que merecen alabanza: cosas que son verdaderas, nobles, correctas, puras, encantadoras, y honorables”, Filipenses 4:8.
Si realmente quieres derrotar la tentación, debes organizar tu mente y monitorear tu consumo de los medios de información.
El hombre más sabio que haya vivido jamás, advirtió: “Ten cuidado cómo piensas; tu vida está moldeada por tus pensamientos”, Proverbios 4:23. No permitas que la basura entre a tu mente indiscriminadadmente. Sé selectivo.
Escoge con cuidado en qué cosas vas a pensar. Sigue el modelo de Pablo: “Llevamos cautivo todo pensamiento y hacemos que se rinda y obedezca a Cristo” 2 Corintios 10:5. Esto requiere una vida práctica, pero con la ayuda del Espíritu Santo puedes reprogramar tu manera de pensar.





¿Amor Verdadero o Capricho Temporal?

¿Amor verdadero o capricho temporal?¿Cómo puedo saber si estoy realmente enamorado?” le preguntó un lector al columnista de un periódico. La respuesta fue: “Si tienes que preguntarlo es porque no lo estás”.
La insuficiencia de esa respuesta es tremenda; hay muchos que todavía siguen pensando que cuando el amor golpea se darán cuenta instantáneamente. En verdad eso no es tan fácil.
Una encuesta reveló que en promedio la gente siente enamoramientos pasajeros seis o siete veces y sólo una o dos veces amor real. Posiblemente ya lo hayas experimentado en los romances que has vivido. Pero la gran pregunta es:
¿Cómo puedes saber si es amor verdadero o sólo un enamoramiento pasajero o pasión?

El amor y el enamoramiento caprichoso tienen síntomas similares
El amor y este tipo de enamoramiento tienen algo en común: fuertes sentimientos de afecto por alguien, lo que complica el intento de establecer las diferencias, ya que muchos de los síntomas se parecen entre sí. El enamoramiento más apasionado y ciego puede tener algunas de las características del verdadero amor y viceversa. Las diferencias entre el amor y el enamoramiento caprichoso son más bien de grado. En consecuencia, se deben examinar todas las evidencias con mucho cuidado.
El amor y el enamoramiento comparten tres síntomas: pasión, deseo de cercanía, y emociones fuertes.

Pasión:
La pasión puede surgir sin verdadero amor. En el caso del hombre, particularmente, le es posible sentir pasión o fuertes sentimientos sexuales por una mujer que nunca conoció. Los besos y las caricias audaces aumentan la urgencia de las sensaciones eróticas hasta que el sexo comanda la relación. La pasión por sí sola no es un indicador de verdadero amor. La atracción sexual puede ser tan urgente en estos casos como en el amor verdadero, y en ocasiones puede llegar a ser dominante. El amor debe estar basado en algo más que una atracción sexual o pasional.
Además, nadie puede mantener tal pasión impetuosa durante un tiempo prolongado, aunque asegure lo contrario. Si todo lo que una pareja comparte es pasión, probablemente esa relación concluirá en unos pocos meses. Si una pareja decide casarse sobre la base de esa vorágine de motivación sexual, pronto aprenderá que cuando la pasión muere ya no queda nada que los mantenga juntos.
Deseo de cercanía:
 El deseo continuo de estar cerca del otro puede ser tan abrumador en la pasión como en el amor verdadero. Las ganas de estar juntos todo el tiempo provocan ansiedad ante la separación y puede producir una sensación de vacío y soledad ante la ausencia del ser amado, pero esto no es necesariamente un indicador de amor verdadero. El deseo de estar cerca puede tener la misma intensidad en la pasión y en el amor verdadero.
Emociones fuertes:
Los estudios han confirmado que al comienzo de un simple enamoramiento se experimentan síntomas físicos distintivos. Así por ejemplo, sentirse sobre nubes cuando todo va bien o sentirse enfermo cuando las cosas andan mal; una corriente helada que corre por la espalda, falta de concentración, malestar estomacal o inapetencia. Pero tales emociones se manifiestan tanto en el enamoramiento caprichoso como en el amor real, si bien son más indicativas del primero El verdadero amor incluye algo más que una mezcla de sentimientos frívolos y se extiende más allá del agotamiento de las emociones fuertes.

Si sientes soledad, aburrimiento, o estás en el proceso de olvidar un romance roto, tendrás mayor disposición a interpretar como amor real otro romance que surja, aun cuando sólo se trate de un poco más que enamoramiento. Si te sientes inseguro/a o tienes una baja autoestima, debes ejercer mucha cautela. Las personas maduras y las de autoestima normal también pueden ser atrapadas por la pasión, aunque son más capaces de reconocerla.
No creas que la pasión es algo totalmente negativo. Puede ser una experiencia placentera siempre que la reconozcas por lo que es, un breve interludio de fantasía romántica. Dándole suficiente tiempo pasará o desembocará en una relación real que implica mucho más que un aluvión de emociones. Recuerda asimismo que algunas relaciones que comienzan en pasión se transforman en amor verdadero cuando son probadas a lo largo del tiempo.
El verdadero amor difiere del enamoramiento caprichoso porque otorga tiempo y espacio para reconocer tanto las buenas cualidades como las imperfecciones de una persona. El establecer un compromiso, y tener relaciones sexuales, irse a vivir, o casarse con alguien sobre la base de esos sentimientos prematuros es una necedad y sin duda producirá resultados negativos.

Identifica lo que es real
En 1820, durante la fiebre del oro, los buscadores lo confundían a veces con la pirita. La pirita, o el oro del tonto, como se da en llamar a este mineral, es detectada en una cacerola sobre el fuego. Mientras se chamusca y humea produce un olor muy desagradable. Por el contrario, el calor no daña el oro verdadero ni tampoco produce mal olor. Desafortunadamente, no podrás poner tu relación amorosa en una cacerola sobre el fuego para saber si produce mal olor, pero puedes analizarla a través de estos nueve factores:

1. El amor se desarrolla con lentitud; el enamoramiento caprichoso, con rapidez.
La mayoría de la gente piensa que enamorarse es una emoción repentina e intensa. Carlos dijo: “Me emocioné el minuto en que la vi. Era como siempre me la imaginé. Siento como si la hubiese conocido toda la vida”.
La evaluación de Carlos no es válida hasta después de un año de noviazgo. ¿Por qué? Porque el amor crece y ese crecimiento requiere tiempo. Es imposible conocer a la persona real en sólo unos pocos encuentros. Al comienzo de una relación, todos mostramos la mejor conducta. Ocultamos o reprimimos los rasgos desagradables. Lleva meses observar a una persona en diversas situaciones como para conocerla bien. Muchos saben ocultar los rasgos negativos de su personalidad incluso hasta después de casarse.
No te apresures a sacar conclusiones. Deja que tu relación crezca. Inicia la amistad y no trates de apresurarte durante la etapa del conocimiento. Los comienzos apacibles son parte de los noviazgos agradables. Tales amistades pueden llevar al verdadero amor, que se asemeja a la pasión en intensidad pero está arraigado en la realidad.
2. El amor se basa en la compatibilidad; el enamoramiento caprichoso, en la química y la apariencia.
Esteban siente “buena onda” cuando conoce a una chica linda. Cree que eso es “química” instantánea. “Lo sientes o no lo sientes. Yo lo sentí en el minuto en que la vi”. ¿De dónde sacó Esteban eso de que química y amor son la misma cosa? ¡Del cine, quizás!
Confiar en la “química” para que te lleve al amor es torpe y peligroso. La química está basada mayormente en la atracción física o sexual. Tiene que existir esa chispa que te hace sentir más vital que nunca, pero basar un matrimonio sólo en eso es absurdo.
Es posible sentir una fuerte atracción por alguien que acabas de conocer y que te agrade en todo, pero hay un largo camino por recorrer antes de amar a esa persona. El verdadero amor incluye química, pero se nutre de otros factores tales como el carácter, la personalidad, las emociones, las ideas y las actitudes. El que está enamorado se interesa en la manera en que la otra persona piensa y responde en diversas situaciones, o en los valores que ambos comparten. Deberás observar sus actitudes hacia temas tales como la religión, la familia, el sexo, el dinero y las amistades así como los intereses mutuos, su pasado y sus modales. Cuanto más tengan en común, mejores serán las posibilidades del amor real.

3. El amor se centra en una persona; el enamoramiento caprichoso puede incluir varias.
Un apasionado puede pensar en “amar” a dos o más personas a la vez. Esas personas con frecuencia difieren marcadamente en personalidad. Ana reconoce estar enamorada de dos muchachos y no poder decidirse por uno de los dos. Esteban es maduro, estable y responsable; mientras que Sergio es irresponsable, amante de las diversiones y gastador. En verdad Ana no está enamorada de ninguno. Algo la impulsa hacia el gastador divertido, mientras que sus instintos maduros le dicen que las cualidades de Esteban son más importantes. Al fin combina las cualidades de ambos y piensa que está enamorada de los dos. El verdadero amor se concentra en una persona cuyo carácter y personalidad exhiben cualidades esenciales, pero nunca combina varios individuos para formar uno ideal.

4. El amor produce seguridad; el enamoramiento caprichoso, inseguridad.
El amor se basa en el principio de la confianza mutua mientras que el enamoramiento provoca inseguridad y puede intentar controlar al otro mediante los celos. Esto no significa que cuando uno está realmente enamorado nunca sentirá celos, pero serán menos frecuentes y severos. El verdadero amor confía. Hay quienes se sienten halagados pensando que los celos son evidencia de un amor verdadero, pero estos trasuntan emociones de inseguridad enfermiza, baja autoestima y ansias de posesión. El amor real no actúa de esa manera.

5. El amor reconoce la realidad; el enamoramiento caprichoso la ignora.
El verdadero amor ve los problemas en perspectiva, sin minimizar su seriedad, mientras que el enamoramiento pasa por alto las diferencias sociales, étnicas, educativas o religiosas. Algunas veces hasta se enreda con alguien ya casado y asume que tales aspectos no son importantes. Por el contrario, una pareja relacionada por amor verdadero enfrenta sus problemas con franqueza y cuando un problema amenaza su relación lo discuten abiertamente y lo resuelven con inteligencia. Negocian las soluciones por anticipado.

6. El amor motiva una conducta positiva; el enamoramiento caprichoso tiene un efecto destructivo.
El amor es constructivo y estimula lo mejor de ti, te provee de nueva energía, ambición e interés en la vida. Estimula la creatividad y motiva al desarrollo personal, la superación y todo lo que sea positivo. Esto naturalmente engendra sentimientos de autoestima, confianza y seguridad en uno mismo y nos motiva a triunfar. Estudias con interés, planificas con más eficacia y ahorras con más diligencia. A tu vida se le agrega propósito y sentido. Aunque sueñes despierto, te mantienes dentro de los límites de la realidad y funcionas a tu mayor nivel.
El enamoramiento caprichoso tiene un efecto destructivo y desorganizador. Te hace menos competente, menos eficiente y entorpece el desarrollo de tu verdadero potencial. Te arrastra a sueños imaginarios que te harán olvidar las realidades de la vida, el trabajo, el estudio, las finanzas y otras responsabilidades.

7. El amor reconoce defectos; el enamoramiento caprichoso prefiere no verlos.
El amor reconoce las buenas cualidades del otro y hasta cierto punto las idealiza, pero no considera que la otra persona sea perfecta. Admite los errores, aunque prevalece el respeto y la admiración por las buenas cualidades de la otra persona. La pasión te enceguece para no ver lo que está errado e idealiza a tal punto, que rehúsa admitir las faltas y defiende al amado contra todas las críticas. Admira en exceso una o dos cualidades, al punto que minimiza los defectos. El amor real habilita para amar a pesar de los defectos y no cierra los ojos ante la realidad.

8. El amor controla el contacto físico; el enamoramiento caprichoso lo explota.
El verdadero amor ayuda a la pareja a controlarse en la intimidad romántica, ya que ambos se respetan tanto que voluntariamente ponen límite a esos impulsos. La pasión, en cambio, demanda intimidad con mucha más anticipación. En contraste con la pareja apasionada, una pareja que experimenta amor real ve en la intimidad sólo una parte de la relación. Esto se debe a que los apasionados dependen en gran medida de la atracción física, y la excitación lleva al besuqueo y las caricias avanzadas. Los que lo experimentan por primera vez sienten que es algo especial y asumen que están amando. Ignoran que sus valores, objetivos y creencias podrían no coincidir. Si se casan solamente sobre la base de la atracción física, descubrirán luego que el interés sexual declina y los desacuerdos aumentan.
Aunque el verdadero amor incluye la atracción física, éste brota asimismo de otros factores y el contacto físico tiene un significado más profundo que el puro placer. Para el apasionado, frecuentemente se vuelve un fin en sí mismo. El placer domina a la experiencia.

9. El amor recibe la aprobación de la familia y los amigos; el enamoramiento caprichoso recibe reprobación.
Si los parientes o los amigos no aprueban la relación, ¡cuidado! Si están convencidos de que es una mala elección, probablemente tengan razón. Los matrimonios que no cuentan con la bendición de los padres tienen una alta probabilidad de fracasar. Un investigador comparó las quejas de los casados felices con las de los divorciados, y descubrió que estos últimos eran casi cuatro veces más proclives a quejarse de que sus cónyuges no tenían nada en común con sus amigos. También se halló que las parejas casadas y felices tendían mucho menos a estar en dificultades con sus suegros. Si los padres y los amigos tienen objeciones, ¡cuidado! Si dan su aprobación, anímate.

Tiempo al tiempo
Si has analizado tu relación, pero todavía no puedes decidir si es verdadero amor, date tiempo. El enamoramiento caprichoso quiere acelerar la relación. Las emociones no dan lugar al sentido común y tratan de empujarte a asumir compromisos que más tarde lamentarás. El amor real puede sobrevivir el examen del tiempo, unos dos años de noviazgo, para asegurarte de que estás bien preparado/a para el casamiento. El tiempo brinda experiencia y objetividad.
Cada año miles de parejas se presentan ante al altar con los ojos radiantes y se prometen amor y fidelidad eternas, sin imaginarse que están cometiendo el error más grande de su vida. ¿Qué pasó con sus diálogos apasionados, promesas tiernas, miradas prolongadas, besos enardecidos y susurros amorosos?
Muchos fracasan al no comprender que uno no se enamora por accidente. Eres tú quien decides amar, esto es, pensar, dedicar tiempo y experimentar sentimientos firmes por alguien. Enamorarse es la parte fácil y divertida del amor. La parte que sigue es más difícil, ya que implica asumir el serio compromiso de amar incondicionalmente a una persona imperfecta. El amor genuino dice “Te amaré aun cuando no satisfagas todas mis necesidades, me rechaces o me ignores, te conduzcas insensatamente, tomes decisiones que yo no tomaría, o estés en desacuerdo conmigo y me trates injustamente. Te amaré tal como eres y para siempre”.
Este tipo de amor responde al don creativo de Dios hacia nosotros y puede ser plenamente disfrutado sólo dentro de la protección y seguridad del matrimonio. Somos capaces de amar solamente porque Dios nos amó primero. Amístate con él; entonces serás menos proclive a sufrir decepciones amorosas y tendrás la oportunidad de encontrarte con un amor mutuamente satisfactorio mientras vivas en la tierra.
Autor: Nancy Van Pelt